sábado, 11 de abril de 2009

Oportunidades

Caminando por un camino me encontré una breva
¿de quién será? me pregunté,
como no era de nadie la tiré
y un poco más adelante medité.

Siguiendo el sendero, reflexivo,
ahora te cuento lo que pensé
si la breva me la hubiese comido...
¡Ay del hambre que pasé!

Continuando la vereda, afligido,
cavilando más me trastoqué
la breva tenía pepitas,
semillas que yo no sembré.

Pero la cosa no queda ahí,
poco a poco razoné:
¿y si hubiera plantado la breva?
la higuera estaría brotando de mis pies.

Al final de la travesía me paré
y en un dilema me encontré:
¿volver a coger la breva
o llegar al remate sin ella?

La breva sigue de testigo,
pero ya no es breva sino higo.

1 comentario:

Exprésanos tus sentimientos inquieto mancebo