sábado, 26 de junio de 2010

Profundo mendigo abstemio del absurdo

Compré mi identidad en un chino.
Buscaba ser único, ir abriendo camino
sin olvidar la parte económica del asunto.
No era cuestión malgastar el peculio.

Muy ufano la sacaba a relucir
martes y jueves excepto en abril.

Mas ahora esto maldigo
pues igual soy a todo hijo de vecino.
Es normal a precio tan barato
ir comprando personalidad de saldo.

Horda de clónicos seres únicos
desteñidos por la mala calidad.
Uniformes en su individualidad
y sus rotas costuras sin hilo.

La próxima vez la encargo a un artesano
que la fabrique poco a poco con sus manos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Exprésanos tus sentimientos inquieto mancebo