Demostré a mi pariente más lejano cómo se puede ser familia sin habernos visto nunca cagándome en su sopa.
Después él comió, tuvo buen provecho y fue en busca de más incautos emparentados para desvelarles ésta intriga.
Salió bien.
Ahora la familia es tan colosal que prácticamente podemos defecar en cualquier lugar.
lunes, 23 de noviembre de 2009
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Exprésanos tus sentimientos inquieto mancebo